HABLEMOS DE… NUESTRAS GESTORAS DEPORTIVAS: AMPARO DOLS, DEL TATAMI A LA GESTIÓN.

Amparo Dols tuvo claro que quería ser gestora deportiva desde mucho antes de que esta especialización existiera en los despachos, universidades y federaciones deportivas. Ella es una de esas mujeres que han decidido dedicarse a la gestión para cambiar el deporte desde dentro y lo ha conseguido con convencimiento, trabajo y pasión. Una historia de amor al deporte que hace de ella la gestora destacada del mes por la GEPACV.

El deporte siempre ha estado presente en su vida desde que tiene uso de razón. Hizo tenis y también judo hasta que con 12 años el taekwondo llegó a su vida por casualidad y descubrió su pasión. “Ni conocía el taekwondo ni sabía lo que era, pero desde el primer momento me enganchó y comencé a entrenar todos los días”, recuerda. Desde que entró por la puerta del gimnasio de debajo de su casa ya no salió hasta que se marchó al Centro de Alto Rendimiento de Barcelona. Allí entrenó duro para clasificarse para Campeonatos de Europa, Campeonatos del Mundo y Juegos Olímpicos. Entre sus mejores logros, cuenta con medalla de bronce en el Europeo de Ankara 88 y en los Juegos de Seúl 88, pero decidió dejar la élite del taekwondo para dedicarse a la gestión. Amparo Dols, que comenzó Ingeniería Industrial, se vio obligada a dejar la carrera cuando empezó a competir al más alto nivel y después estudió Económicas en la Universitat de València, donde más tarde entró como técnica para desarrollar su carrera profesional en el ámbito universitario. Nuestra gestora deportiva ha hecho de todo: entrenadora de equipos en Universitat de València y Universidad Politécnica de Valencia durante más de 10 años, coordinadora del Programa de ayudas al deportista de AN y élite en la UV durante 18 años, responsable técnica de Campeonatos de España Universitarios, un Mundial Universitario y organizadora de todo tipo de competiciones.

“Con 20 años mi gran preocupación era conseguir que los deportistas de élite pudieran compaginar sus estudios y tener una inserción laboral digna en su retirada. Me volqué en que no pasara lo mismo que me pasó a mí, que tuve que dejar unos estudios por el deporte y luego tuve que dejar el deporte por los estudios. Vi muchas cosas que pensaba que no podían ser así y si quería cambiarlo tenía que involucrarme. Me veía aportando algo más a la sociedad y desde donde se pueden cambiar las cosas es desde la gestión”, explica. 

Ahora compagina su trabajo de Técnica en el Servicio de Deportes de la Universitat de València con el Programa de Universidad Saludable -y próximamente el Programa de Deportistas de Élite de la UV- con el puesto de Tutora en el Programa de Atención al Deportista de Alto Nivel (PROAD) de la Generalitat Valenciana. Además, también ha sido asesora para el Consejo Superior de Deportes y entrenadora de taekwondo, siendo en su época la única en la Comunitat Valenciana. Toda una pionera. 

“Desde el principio supe que no iba a ser fácil porque no había referentes. He tenido que luchar mucho y sigo haciéndolo. La gente no tiene ganas de pelear y aquí hay que estar enfrentándose casi todos los días. Tienes que romper los techos de cristal y para romperlos tienes que estar siempre demostrando que vales. Es cansado, pero hay que tener ganas de asumir responsabilidades y pasión por hacer bien tu trabajo. El reto de la gestión deportiva es que se nos respete a nosotras y a nuestro trabajo”, finaliza. 

Compartir: